El club Calamar cambió los horarios de entrenamiento, por lo tanto Candela Cejas no podrá continuar en el equipo.
Hablamos con Candela Cejas, una de las figuras y la capitana del equipo. “El año pasado cuando terminamos una práctica, los dirigentes nos separaron del grupo junto con Melina Bentancor para contarnos que existía la posibilidad de modificar el horario de entrenamiento y nos preguntaron si podíamos salir antes de nuestro otro trabajo. Nos ofrecieron que el presidente hable con nuestros empleos y/o envíen una nota explicando la situación. Nosotras hicimos lo posible pero no pudimos “, explicó Cejas.
Esto muestra a las claras que el fútbol femenino en Argentina es semiprofesional. La gran mayoría de las jugadoras continúan sin poder vivir del deporte, con lo cual no pueden resignar sus otros empleos. En el caso de la mediocampista ni siquiera cuenta con contrato, con lo cual la situación es aún mas complicada.
Durante el certamen, las jugadoras de Platense pidieron mejoras en las condiciones de los entrenamientos. Puesto que solo practicaban un día en el predio y el resto en lugares donde la superficie y la falta de luz no eran apropiadas. La explicación dirigencial fue que la única manera de entrenar en el predio eran cambiar el horario a las 17 horas. Y que en caso de requerir otro horario deberían alquilarla.
Los entrenadores les ofrecieron a Bentancor y Cejas, entrenar con el equipo únicamente los viernes y el resto de los días de manera particular, pero Cejas no aceptó. La propuesta no le parecía lo correcto, aunque se muestra agradecida con el cuerpo técnico por querer buscar una solución.
Candela Cejas juega en el Calamar desde el 2011. Volvió este campeonato luego de sufrir una lesión en su rodilla y es la goleadora del equipo. Conoce la institución, así como también la conocen a ella, por lo tanto se encuentra dolida por no poder continuar. “Hace 9 años que estoy, pase por todas sus etapas. Antes entrenábamos en el predio que tenía las canchas de tierra con piedras y a la noche se dificultaba la visibilidad por falta de luz. Empezaron las obras del sintético y nos habían dicho que íbamos a poder entrenar en una cancha como la gente. Terminamos haciéndolo en el sintético solo una vez a la semana hasta ahora que cambiaron los horarios. Van a poder entrenar siempre en una buena superficie, como corresponde”.
Aclara: “A mí me gusta que Platense crezca y que tengamos las herramientas para practicar de la manera que merecemos. Lo que no me parece correcto es cambiar el horario de entrenamiento a mitad de torneo cuando nosotras fichamos acá. Porque los horarios acordaban con nuestro trabajo. Si sabía que iban a hacer esto, no me fichaba acá, iba a otro lado”.
“No me parece que siempre seamos nosotras las que tengamos que hacer malabares para poder llegar a un entrenamiento, como entrar una hora antes a mi trabajo y no tomarme la hora de almuerzo para que me dejen ir antes y así llegar a entrenar. El club jamás me dió nada, tampoco lo pedí. Las veces que pedí algo, fue por el bien el grupo, jamás pedí nada individual”.
Sobre los contratos: “No tuve contrato, por no ser parte de la columna vertebral del equipo, al menos eso me dijeron. Cuando preguntaban porque no tenía contrato, decían que por mi lesión, que no sabían cómo iba a estar, cuando yo ya estaba entrenando a la par con el alta médica. No me interesa tener contrato mientras otra compañera lo tenga justamente entrenando como corresponde y esforzándose al igual que yo, jamás reproche eso. Mínimamente esperaba despedirme del club jugando, como empecé, pero termino yéndome sin completar el torneo”.
Candela Cejas también tiene experiencia en el futsal, con lo cual también podría jugar en otra disciplina. Hoy evalúa ofertas para continuar su carrera en el fútbol de salón o seguir haciéndolo sobre el césped. De todas maneras, pierde Platense. Se queda sin su capitana. Pierde la jugadora que se queda sin jugar en la institución. Pierde el campeonato que se queda sin goleadora de uno de los equipos. Perdemos todxs.
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