La Liga FutFem es una competencia para las categorías juveniles de Buenos Aires. (Foto: @ligafutfem1)
La Liga FutFem les ofrece a los clubes de Buenos Aires la posibilidad de potenciar el talento, fomentar la competencia y brindar oportunidades para las categorías juveniles.
La Liga FutFem es un torneo de fútbol formativo que se creó para ofrecerles a los clubes de Buenos Aires la posibilidad de fomentar la competencia y potenciar de esa a manera el talento de las juveniles, desde Sub-12 a Sub-19.
Esta Liga está dividida en cuatro zonas según ubicación geográfica (oeste, sur, capital y norte), en las cuales se clasifican los primeros cuatro de cada una. En total, esta competencia que inició este fin de semana cuenta con más de 3.000 jugadoras.

La Liga FutFem se originó en 2019 a causa de la falta de competencia para las categorías juveniles del ascenso, ya que el único campeonato oficial en ese entonces era el Torneo Conmebol a cargo de la Conmebol y la AFA, pero que en la mayoría de los casos era un solo partido al año y únicamente contaban con la categoría Sub-16.
El proyecto se fue consolidando de la mano de cuatro clubes importantes como Ferro Carril Oeste, Argentino de Merlo, Almirante Brown y San Miguel.
En ese entonces competían la Sub-14 y la Sub-16 y desde la organización de la Liga les armaban un calendario ida y vuelta con tablas de posiciones para que las jugadoras puedan empezar a vivenciar lo que es la competencia en sí.
Pablo Galarza, entrenador en Ferro y quien junto a Nahuel González coordina la Liga FutFem, nos contó cómo jugadoras como Milagros Caballero y Tiziana Gutiérrez, del Verdolaga, y Laila Aguirre, de SAT, fueron entrenadas por él en la Liga y actualmente están jugando el Torneo de Primera División de AFA.
Con el paso de los años más fueron los clubes que se sumaron a participar de este proyecto, que aunque no era publicitado y era financiado por los propios clubes, tenían un solo objetivo en mira, formar jugadoras que puedan competir en Primera División.

“El motivo de iniciar esto no fue económico, sino más que nada competitivo, para que haya una proyección en cada club y para que las jugadoras puedan representar a sus propias instituciones”, explicó Galarza.
Esto último fue una meta que se estableció en torno a la problemática que los clubes tenían, ya que sus jugadoras entrenaban semana tras semana pero no disputaban ningún tipo de competencia entonces optaban por irse a otros clubes en busca de mayor protagonismo.
“Uno puede entrenar mucho, pero si no compite realmente no mejora”, agregó Galarza.
En este sentido, desde la Liga buscan que todas las instituciones que participen sean clubes comprometidos con el desarrollo del fútbol formativo y que cuenten con la mayor cantidad de categorías posibles.
“Nuestros objetivos a futuro son poder seguir compitiendo en estadios que son importantes para el fútbol femenino y que más clubes del interior puedan venir a jugar la Copa de Campeonas, que se juega por primera vez este año”, concluyó.
