Brasil, el imbatible de la Copa América: ¿por qué es el más ganador de la historia?

La Selección brasileña dio vuelta tres veces el marcador en la final ante Colombia y conquistó su novena Copa América. ¿Qué tiene la Verdeamarela que domina la competencia de punta a punta?

El pasado 2 de agosto se jugó la final de la Copa América femenina en el estadio Rodrigo Paz Delgado de Quito, Ecuador. Allí se enfrentaron Colombia, que supo estar un paso adelante en los 90 minutos, y Brasil, que no le perdió el rastro y dio vuelta el marcador tres veces antes de terminar 4 a 4 y definir en los penales.

Como (casi) siempre, la Verdeamarela se impuso en una nueva final y se llevó el trofeo por novena vez en su historia.

La Copa América femenina se jugó en diez oportunidades, de las cuales nueve el trofeo se fue para Brasil. La única vez que la Canarinha no se adueñó del premio mayor fue en 2006, cuando ganó Argentina en la edición disputada en Mar del Plata. 

De hecho, incluso en la derrota, para Colombia la final fue un partido histórico, ya que fue el primer equipo en marcarle más de dos goles a las brasileñas en esta instancia de la Copa América.

El éxito de las dirigidas por Arthur Elías no es casualidad, aunque sí costumbre. En Brasil el fútbol femenino comenzó a incluirse en torneos en el año 1979 y, aunque se suspendió en 2001, su potencia creció en su recuperación y vuelta al ruedo en el año 2013. En aquel entonces, la Confederación Brasileña de Fútbol decidió volver a poner en marcha el campeonato de 20 equipos. Hoy en día, los clubes de Brasil disputan el Brasileirão, la Copa Brasileña de fútbol femenino y la Supercopa, además de los torneos internacionales donde siempre se imponen, como la Copa Libertadores.

La exentrenadora de la Selección Sub-20, Rosana dos Santos Augusto, contó en EFE que el hecho de que se televisaran los partidos de los distintos torneos le dio mucha mayor relevancia a los equipos femeninos en un país donde, al igual que en Argentina, se respira fútbol.

Además, los clubes cobran entradas accesibles para ir a alentar a los equipos femeninos que, en su mayoría, juegan en los estadios principales.

En ese sentido es importante resaltar que desde el año 2019 es una obligación para los equipos de fútbol masculino que dentro de sus clubes tengan un equipo igual de fútbol femenino en su serie y otro de base.

Por otro lado, el periodismo en Brasil también ha contribuido al crecimiento de la disciplina dándole difusión y relevancia a los partidos.

Volviendo a la Selección, la Verdeamarela no solo ganó casi todas las ediciones de la Copa América, sino que además clasificó a todos los mundiales de fútbol femenino y será anfitriona del próximo, en 2027. El caso de Brasil es el más claro ejemplo de que con inversión, tiempo y confianza, el fútbol femenino crece, compite, gana y enorgullece a un país entero.